Por: Zadys Santos Rodríguez
Idalmis Osiris Pérez Cabeza
Idalmis Osiris Pérez Cabeza
El mundo vive hoy una profunda crisis
donde cada vez se hace más visible la diferencia entre países ricos y
pobres, la aplicación de modelos de desarrollo que proporcionan
ganancias y beneficios para unos pocos y la pobreza para la mayoría, de
hecho estos modelos no tienen como fin desarrollar la cultura, ya que en
esencia su pensamiento y proyectos no se centran en el desarrollo
integral del hombre.
Cuba no está exenta de la influencia de esta crisis, agravada aún más, a partir del derrumbe de los países socialistas de Europa Oriental, lo que ha acentuado la necesidad de buscar fórmulas y vías que posibiliten el desarrollo político, económico y social del país a partir de potenciar la participación social en los diferentes espacios de la sociedad.
El tema de la cultura ha estado siempre en el centro de la práctica cotidiana del ser humano y en el debate de las distintas corrientes de pensamiento que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, ya que ella juega un papel importante en el desarrollo, político, económico y social de cualquier país.
Una máxima de la dirección de nuestro país, es la voluntad de salvar la Cultura como estrategia encaminada a salvar la Revolución, frente a las tendencias globalizadoras que se presentan hoy en el mundo, de hecho se hace necesario desarrollar las diferentes potencialidades culturales en las comunidades debido a las dificultades en los modelos convencionales de desarrollo cultural dependientes de los servicios y recursos ajenos a la comunidad.
Especial responsabilidad recae en los que poseen altos niveles de instrucción y cultura, quienes serán los máximos promotores en la reflexión y orientación de acciones que impliquen el mejoramiento humano a través de procesos educativos participativos que permitan superar las concepciones tradicionales del trabajo sociocultural.
Se precisa una comprensión por parte de los gestores culturales, fundamentalmente de los promotores, de lo que implica el trabajo sociocultural y su promoción en los diferentes espacios, reflexiones en este sentido los pondrá en mejores condiciones para desempeñar las funciones que hoy se requieren para contribuir al desarrollo sociocultural.
Este trabajo tiene como objetivo realizar algunas reflexiones sobre la necesidad de superación de los promotores culturales enfocada fundamentalmente hacia la promoción de la cultura y las manifestaciones artísticas como una de las prioridades de la política cultural cubana.
Cuba no está exenta de la influencia de esta crisis, agravada aún más, a partir del derrumbe de los países socialistas de Europa Oriental, lo que ha acentuado la necesidad de buscar fórmulas y vías que posibiliten el desarrollo político, económico y social del país a partir de potenciar la participación social en los diferentes espacios de la sociedad.
El tema de la cultura ha estado siempre en el centro de la práctica cotidiana del ser humano y en el debate de las distintas corrientes de pensamiento que han existido a lo largo de la historia de la humanidad, ya que ella juega un papel importante en el desarrollo, político, económico y social de cualquier país.
Una máxima de la dirección de nuestro país, es la voluntad de salvar la Cultura como estrategia encaminada a salvar la Revolución, frente a las tendencias globalizadoras que se presentan hoy en el mundo, de hecho se hace necesario desarrollar las diferentes potencialidades culturales en las comunidades debido a las dificultades en los modelos convencionales de desarrollo cultural dependientes de los servicios y recursos ajenos a la comunidad.
Especial responsabilidad recae en los que poseen altos niveles de instrucción y cultura, quienes serán los máximos promotores en la reflexión y orientación de acciones que impliquen el mejoramiento humano a través de procesos educativos participativos que permitan superar las concepciones tradicionales del trabajo sociocultural.
Se precisa una comprensión por parte de los gestores culturales, fundamentalmente de los promotores, de lo que implica el trabajo sociocultural y su promoción en los diferentes espacios, reflexiones en este sentido los pondrá en mejores condiciones para desempeñar las funciones que hoy se requieren para contribuir al desarrollo sociocultural.
Este trabajo tiene como objetivo realizar algunas reflexiones sobre la necesidad de superación de los promotores culturales enfocada fundamentalmente hacia la promoción de la cultura y las manifestaciones artísticas como una de las prioridades de la política cultural cubana.